Daniel
Estás a punto de llegar y todo lo que tenía pensado decirte lo he olvidado por completo. Llevo toda mi vida preparándome para este momento, anotando triunfos y caidas, trazando caminos de baldosas amarillas para ti, engordando mi biblioteca, la colección de discos, todo un abanico de ilusiones que yo fui perdiendo en mi camino con la egoísta esperanza de que tú las retomes y ahora, justo ahora, cuando estás a punto de llegar, he decidido quemarlo todo en una hoguera ritual.
Todo lo que yo he sido y lo que no, se debe única y exclusivamente a las decisiones que he tomado por el camino, y las condiciones en último caso han sido mias, nada más que mias. Si estoy satisfecho o no es producto de ellas y solo me afectan a mí.
Por eso cuando llegues, Daniel, tendrás ante ti un libro en blanco por escribir. Yo estaré ahí para tratar de guiarte, darte una base sólida, una espalda en la que apoyarte, un refugio cálido. Lo demás, la misma vida te lo indicará.
Entrañable y sabia decisión, y por supuesto felicidades. Un saludo
Muchas gracias, Don Ramón. Quisiera poder escribir algo más de ficción, pero en estos últimos tiempos ando escaso de tiempo para absolutamente todo.
Procuro seguirlo. Un abrazo.
Juanjo, eres genial. Me has emocionado. Tu hijo Daniel se sentirá orgulloso de ti. Ya no eres padre por que te apetece, eres el padre de d
Daniel, porque ael te ha elegido a ti para ser su padre. Te querrá y lo querrás. Así debe ser. Un
Abrazo muy, muy grande. marili91