Gran Capítulo

Sin embargo, nuestra fiesta particular, la que realmente consideramos íntima, privada, personal, es el día de Gran Capítulo. Ese evento, a mi juicio, es el que celebramos la mañana de nochevieja, no con todos los cofrades, en cualquier local privado de uno de nosotros. El año pasado en nuestra sede eventual, supongo que este año en el mismo sitio.
Gran Capítulo comienza a la hora del desayuno, cuando nosotros mismos comenzamos a preparar el aperitivo, bien un lomo ibérico, bien unas tiras de mojama y hueva con almendras, la cervecita bien fría, ya sea nacional o alguna marca de importación para probar. Se enciende la plancha, y los cofrades entran y salen según del tiempo que dispongan. Uno trae un kilo de berberechos, otro una quisquilla recién cocida, otro unos filetes de atún rojo para el carpaccio.
Poniendo como excusa la comida y la bebida, se convierte en una reunión en la que debatimos ideas para el próximo curso, analizamos las experiencias del año, y convivimos durante unas horas con la única preocupación de si el langostino del Mar Menor es mejor que el de Huelva, si el Jumilla está entrando por fin en el círculo privilegiado de los grandes vinos, o si el cordero segureño tiene un precio asequible este año.
Entre una sartén de migas si el día está nublado, una gazpacho manchego si el frío aprieta, o un buen chuletón al centro una mañana soleada, intercambiamos impresiones de los viajes realizados, contamos batallitas o nos quejamos de que no tenemos más momentos como éste. Nos comunicamos, estrechamos relaciones estancadas por la distancia o el ritmo de trabajo diario.
Cuando me hablan de un Gran Capítulo en el restaurante, con platos minimalistas, pendientes de los niños, uno en un extremo de la mesa, y otro pensando si a su mujer le gustará el menú elegido, me remito al almuerzo de nochevieja, nosotros solos, sin ninguna distracción ni responsabilidad que no sea la de cocinar, descorchar, y soñar con repetirlo cuantas veces sea posible. Porque decidimos crear una cofradía, y no un club social.
Imagen: Diego Velázquez
Te deseo que el Gran Capítulo sea hoy como a tí te gusta. Un abrazo