Estación Sur

Hablaremos de fútbol y de vida. Hoy decidí pasear por el mundo de la semifinal de la copa de europa. Ni fui del Madrid, ni fui del Barça, simplemente me dejé llevar por los sentimientos que campan en un pequeño pueblo de 17.000 habitantes. La primera impresión es que nadie se escondía, los seguidores del Madrid estaban indignados por la expulsión de Pepe, los seguidores del Barça pensaban que se había hecho justicia por fin, unos justifican que el árbitro perjudicó, otros celebran que todo es como debería ser.
A mí me la trae al pelo, soy socio y accionista del Real Murcia, que es mi desvelo y mi inversión. Aún así, nada me da de comer, si no me aceptan los presupuestos que envío, mediante mi decorador, en El Corte Inglés, así que sigo pensando que todo esto es pan y circo, a dos semanas de las elecciones.
Tampoco me quiero meter en el tema político, porque por mucho que patalee, las leyes están como están y en este pais de pícaros, lo mejor es emigrar, como en los tiempos del innombrable, o diez años atrás, que venía a ser lo mismo.
Así que decidí convertirme en infiltrado, estudiar inteligentemente la situación, empaparme del programa "Españoles por el Mundo" y aprender, porque hay gente inteligente que se va y triunfa fuera de nuestras fronteras, y les va bien, y viven tranquilos, y eso es lo que quiero.
Bien es cierto que aquí tengo todas las comodidades, que no sirven para nada excepto la familia y los pocos amigos que tengo, que es lo que me hace recular, sobre todo los que están peor que yo, que puedo llorar por un ojo, y aún así lo que me frena es mi deuda con los bancos. Mi madre me parió para pagar, y mi padre se dejó la vida en ello, así que no puedo ser menos...después ya veremos. Se que no mandé mis naves a luchar contra los elementos, pero, como la armada invencible, debí haberlos visto antes de zarpar (se que el maestro Pérez-Reverte me daría la razón si me leyera), pero no tengo barcos con treinta cañones de a veinte, lucho al abordaje con aperos de a mano, si logro acercarme, pero me bato con el coraje de que nadie me va a invadir mi casa sin atraversar mi ajado corazón, que es lo que tengo mientras bombee sangre.
Así que no se si seré un buen infiltrado en las líneas enemigas, porque me pierde el corazón, pero estoy seguro de quien me tenga en sus filas contará con un fiel soldado.......
¿Hablábamos de fútbol?