Espasmo Vespertino
Hay que ver lo que me aburro en la oficina, hasta que decido saltar en mi imaginación, los bolígrafos se desprenden de sus capuchas acalorados y fatigados por su horrible joroba, los azules brillan bajo la luz del fluorescente, los negros se plantan imperiales ruborizando a los tímidos rojos. En mi auricular la emisora decidió cambiar de un viejo tango de Gardel a la sonora voz de Netrebko desparramando O Mio Babbino Caro. Abro los ojos de nuevo, es hora de salir de nuevo a la interperie de la tarde.
0 Response to "Espasmo Vespertino"
Publicar un comentario