Lapidarium
I
Una mujer dos palmos más alta que yo me ha dicho esta noche que no soy común...creo que mi especie se extingue.
II
La P sintió dolor en la espalda, su gran cabeza la hacía echarse hacia adelante; con su bastón, se convirtió, sin querer, en R.
III
Creo que no me he dejado nada, pero hasta que no necesite lo que olvidé comprar, obviamente, no me daré cuenta que no lo compré.
IV
La V necesitaba hermanos, pero salieron siameses, así nació la W.
V
Sus ojos hablaban más que su boca, eran transparentes, sinceros, marcando la hora exacta, marcando el paso, dos ojos sinfónicos.
VI
Antonio se perdió los fastos de José, fiesta nacional, y Juan, la noche mágica del año, creo que eligió el trece para fastidiar.
VII
Ando buscando esa esquina que doblaré para pisar el charco que, sin querer, me muestre tu reflejo.
VIII
Me dijo que me cambiaba un Rolls Royce por una carta de amor. Le contesté que mi corazón no está en venta, lo regalo a quien yo quiero.
IX
Después preguntó por qué no hablaba igual que escribía. Contesté que me equivoqué de siglo.
X
Intento divorciarme de mi soledad, pero me juró amor eterno y no la puedo abandonar, moriría de ella misma.
XI
Parte de mi felicidad reside en que el tiempo que me roba la oficina, me lo devuelve la literatura.
XII
¿Qué más quieres de mí, si me convertí en un miembro inseparable de ti misma cuando me besaste por primera vez?
XIII
Quisiera poder marcar las cartas de mi destino, para poder burlarlo y ganarle por la mano cuando la bruja me lea y vea mi sonrisa de triunfo.
XIV
Decidí dejar de desayunar cereales el día que tomé conciencia de sus gritos de dolor mientras los masticaba. Ahora velo con un viudo vaso de leche.
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